“El estado nacional es el resultado directamente proporcional de quienes lo habitan”.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Fuera de todo carácter pernicioso, de furia, pasión, ira, violencia, incredulidad, ignorancia, vileza, mediocridad, corrupción, desinformación, interés y ego. El país requiere personas que laboren por él. La verdad sea dicha de paso en estas líneas, sin nombrar a las personas que representan las fuerzas políticas.
Desde el más simple al más complejo. Hoy debemos dar lo mejor, hacer el bien y ofrecer lo correcto, necesitamos ascender sistemáticamente con la educación y la civilidad. Para que en este siglo y el año entrante, dejemos en los anales de la cronología el radical método de una entidad con administración, gobierno, leyes y un grupo humano capaz de indicar el paso a otros países en las áreas del deporte, la ecología, la salud, la medicina, el cine, la escultura, la pintura, la música, la gastronomía, la danza, la literatura, la cultura y la tecnología. Aportemos a la historia otra división más, como lo fue la época Lítica, Prehispánica, la era Clásica, la de la Colonia, la de Independencia y el México Independiente, el “Porfiriato”, la Revolución y el México Contemporáneo. Recordando siempre, que el orden de los factores no altera el producto. Muchos autores de libros de política, de economía y sociología han otorgado las herramientas para satisfacer con éxito los problemas, sin embargo, perecemos en la actitud y aptitud por el menoscabo en la actualización, en la preparación y en el mérito al esfuerzo. La trampa, la traición y el nuevo cariz de América Latina, el solapar, son parte de la articulación vigente de nuestro pensar como ciudadanos de los Estados Unidos Mexicanos. La voluntad de quienes vivimos en esta división y trazo geográfico, está a prueba. Tenemos una identidad, pero la menospreciamos porque no hay principios, no hay respeto contra nosotros mismos. Es por ello que se deben habilitar el reconocimiento de los valores individuales, las garantías y la libertad de expresión, para así de manera armoniosa conquistemos un ser nuevo que vibre en el ombligo de la Luna, en el centro de los 32 estados de la República Mexicana y su Distrito Federal, en la conciencia de cada descendiente de la Gran Tenochtitlan, de las lenguas madre, del Pacífico al Golfo, del Este al Oeste, del Norte al Sur, y en todas sus escalas, tú seas el ejemplo de la compasión, de la fe, de la paz y del amor propio, ese que nos hace el carácter digno de llamarnos mexicanos.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Hay 548 invitados y ningún miembro en línea