Por Emiliano Carrillo Carrasco.
El Estado constitucional es para Ferrajoli el Estado de “derecho” en sentido estricto, porque positiviza los límites y vínculos jurídicos a los que están sometidos los poderes y, en concreto, la política. En las democracias constitucionales se en marca al positivismo no solo el “ser”, sino también el “deber ser” del Derecho. La democracia, concebida en su sentido formal, se identifica a partir de las reglas que determinan las instituciones que conforman el gobierno y sus principales funciones y competencias. Esta idea de democracia es correlativa con una idea simple de Estado. La democracia sustancial ampara y exige un desarrollo jurídico de los límites y vínculos constitucionales que deben respetar las decisiones democráticas. El Estado constitucional da cuenta, adicionalmente, de los mecanismos de garantía de todos los órdenes de derechos fundamentales. La democracia constitucional no es entonces solo procedimental (relativa al quién y cómo manda), sino también de contenidos (referida al qué o qué no debe mandarse).
La nueva gobernanza de los municipios de acuerdo a su tipología y requerimientos; estos deberán construir certidumbre deberá ser a ante un enlace de liderazgos regionales y comunitarios que permitan a través de sus perfiles un reposicionamiento real ante la sociedad, en espera de nuevas esperanza y cambios de conductas del poder público. Los principales problemas que resienten los habitantes de la región del valle de México son faltos de empleo, inseguridad, corrupción y delincuencia. El resultado de más de 13.3 millones de electores en el estado de México y con sus tipologías definidas en los rubros de la inseguridad, desempleó, los asentamientos humanos como instrumento de control el temor y la necesidad y el padrinazgo de agrupaciones por los gobiernos, la explosión demográfica traducida en desigualdad social y equidad. Y el grave problema de unidad y solidaridad de la dirigencia nacional en conflicto con la cabeza de grupo GAP, LO ENDÓGENO Y EXÓGENO QUE PERMITA MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL, Y SER UN PARTIDO POLÍTICO, DE DEJAR DE SER UN MOVIMIENTO DE MOVILIZACIÓN MEDIÁTICA DE MASAS. La política democrática tiene en gobernar la responsabilidad de saber comunicar para saber conducir e incluir para dar respuesta desde el espacio nacional a los retos globales. El desperdigado sentido de pertenencia, balcanizado por el mapa sociopolítico en varias naciones, es una de las responsabilidades de la política si no se quiere regresar al darwinismo social que a rajatabla es peor que la ley de la selva o al efecto dominó. La propuesta política de los partidos en la búsqueda del voto ,que les permita ser poder público a través del mandato ciudadano , así como en nueve estados se renovaran las gubernaturas ,las presidencias municipales y diputaciones locales que permita una nueva administración en los ayuntamientos el 1 enero del 2016 en este caso en el Edomex con sus 125 municipios y 45 diputaciones locales ,así como las diputaciones federales 41 ,más las plurinominales de acuerdo al número de votos que obtengan los partidos políticos , así como de la suscripción de las 5 divididas en el país , en el caso del Edomex pertenece a la quinta suscripción
La sociedad entera, en su desenvolvimiento, depende de ellas. Los derechos del individuo, por ejemplo, los derechos humanos, las garantías constitucionales son intocables en cualquier episodio o pasaje de la vida cotidiana. Lo contrario es la barbarie y lo que no es barbarie se distingue, precisamente, y que depende de su contenido jurídico, a saber, de la cultura, de la norma de la ley. El valor de una determinad cultura, su sentido, su orientación, se miden por su contenido Jurídico. Que equivale a su sustancia y esencia de la vida espiritual de una cultura, como su Vida moral. La normatividad jurídica es para toda colectividad humana lo que el agua para los peces, o sea, que dichos elementos son imprescindibles para la vida en sus respectivos casos. En toda comunidad, independientemente de sus condiciones tempo-espaciales, siempre ha funcionado el Derecho, cualesquiera que hayan sido sus modalidades orgánicas y teleológicas, así como su fuente y su estimación axiológica. Si la política navega entre la utopía y el realismo en la barcaza del sueño anarquista del fin de la autoridad, recordemos que Bakunin insistió que en la ruta para derribar a la autoridad, era necesario tener políticos astutos y preparados pues no basta una sola cualidad. Lo que cambia y debe cambiar constantemente en el Derecho es su contenido, que no debe expresar sino los cambios sociales. La Necesidad del Derecho como Orden Normativo de la sociedad y del Estado.
Todas las transformaciones sociales, políticas económicas y culturales tienen la tendencia natural de plasmarse en un orden jurídico determinado, bien sustituyendo a uno anterior o modificando esencialmente el existente. Las reglas de conducta y a la coacción del Estado legítimo de nuestro sistema democrático permite a las normas, traducidas en leyes positivas de vigencia limitada y por esencia cambiantes, pueden tener cualidades o defectos, revelar o no el ideal diversificado de justicia, ser o no convenientes en un país o en una época determinada, regresivas o progresivas, buenas o malas, pero siempre absolutamente necesarias para estructurar a la sociedad humana. El Derecho es el mundo tal y como lo concebimos en su aspecto social e histórico. No puede haber una visión del mundo -- sociedades, países, naciones, Estados, pueblos -- son deberes y obligaciones, claramente establecidos. La obra de Luigi Ferrajoli, un autor de presencia reclamada en esta sección, confirma particularmente esta discutida relación entre el contexto sociocultural y la configuración de una determinada teoría. Por ejemplo, el Garantismo, su teoría mejor conocida, nace en el contexto del derecho penal como respuesta al escepticismo por el derecho de la izquierda italiana de la segunda mitad de 1970 y en oposición a las medidas gubernamentales de emergencia y a las restricciones en las garantías del debido proceso, tomadas para contrarrestar la violencia política y el terrorismo. No podemos utilizar a las instituciones para actos de poder público que violan las garantías establecidas por la constitución, instrumento de la vida del Estado de derecho: El terrorismo y la violencia política hicieron perder de vista, a la opinión pública y a algunos partidos, la importancia de los derechos que protegían garantías fundamentales. Ferrajoli ha sido un defensor acérrimo del principio de legalidad en materia penal, de la presunción de inocencia y de la carga de la prueba, así como crítico del abuso de la prisión preventiva, de la realización de interrogatorios sin abogado, de las torturas y de las violaciones procesales.
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