Por Noé Mondragón Norato Foto: https://www.sdpnoticias.com/
En el cierre de su trienio, muchos alcaldes no alcanzaron a «trabajar bien» como para impulsar heredero en la elección de 2021. Hay al menos cinco alcaldías, donde el riesgo de la alternancia se tornó altamente posible. Y no solo por los malos gobiernos, sino porque en algunos casos, se acabaron ‘encantos’ partidistas. Es cuestión de seguir las huellas.
CINCO QUE SE HUNDEN. – Las crisis de gobernabilidad en las comunas municipales son responsabilidad de los hombres y mujeres que gobiernan, no de los partidos políticos. Se lee así:
1.- En Acapulco, la alcaldesa Adela Román perdió mucho tiempo lidiando con las crisis económicas heredadas y los ajustes de cuentas políticos. Hoy, no se avizora ningún aspirante fuerte del Morena que pueda retener la alcaldía para ese partido en la elección del año entrante. Por eso se han comenzado a mover priistas como su ex contrincante Ricardo Taja Ramírez, quien, de acuerdo con versiones periodísticas originadas en la Ciudad de México, estaría en el trayecto de construir una alianza con el PVEM-Morena que lo lleve a la alcaldía. Y como en política todo es absolutamente posible, los demás aspirantes del Morena quedarían neutralizados. Incluida la propia alcaldesa.
2.- En Chilpancingo, el perredista Antonio Gaspar Beltrán, puso a prueba un desempeño con marcados déficits en la gobernanza. Y en ese carril es obvio que el PRD no podrá retenerla para ese partido. A menos que la eventual alianza PRI-PRD-PAN-MC logre disputársela con éxito al Morena-PT-PVEM. Y el propio Gaspar intente negociar en la repesca, alguna posición para mantenerse vigente. O mandar a la competencia a su esposa Yazmín Arriaga Torres. Como sea y desde cualquier ángulo que se le vea, los pronósticos para Gaspar Beltrán en su insaciable hambre de poder no son nada halagadores.
3.- El alcalde de Iguala, el morenista Antonio Jaimes Herrera, ha sobrellevado los problemas de la comuna, pero su trabajo ha dejado mucho que desear. Llegó a la disparatada postura —en contraflujo a AMLO— de abogar por la liberación del exedil perredista defenestrado José Luis Abarca Velázquez y de su esposa María de los Ángeles Pineda Villa. Acumula, además, el homicidio del periodista Pablo Morrugares Parraguirre, ocurrido en la demarcación que gobierna. En corrillos políticos del propio Morena, no se le concede el beneficio de pasar siquiera, como candidato de ese partido a la diputación local. Mucho menos, arar en el terreno de su reelección. Bajo su gestión, el PRI aliado con el PRD borda incluso, la muy alta probabilidad de arrebatarle el control de la alcaldía al partido presidencial. Porque Antonio lo ha hecho. Pero muy mal.
4.- El edil panista de Taxco, Marcos Efrén Parra Gómez, apelando al oportunismo que ya lo caracteriza, se ha pronunciado por una alianza entre PRI-PRD-PAN. Desde luego, con la intención de caer parado y cachar alguna diputación federal o local. Le ha funcionado durante muchos años. Lo que Marcos se niega a aceptar es que Taxco ha sido gobernada con indolencia y corrupción. Y la delincuencia organizada le dejó varias marcas de las que no se puede desprender tan fácilmente. Van a impactarlo de frente y negativamente, si busca un cargo de elección popular.
5.- Finalmente, al edil priista de Zihuatanejo, Jorge Sánchez Allec, no solo le fueron arrojados los cuerpos de dos jóvenes frente al palacio municipal, horas después de que tomara posesión como edil —claro mensaje del crimen organizado ante el cual enmudeció—, sino que en los primeros tres meses del 2019 acumuló 19 homicidios dolosos. Es un municipio que no ha cedido a la ola de violencia. Pero bajo ese pretexto, el edil ha eludido otras responsabilidades. Como la inversión en obra pública y el evidente descuido de la demanda social peticionaria. En ese territorio no solo se han impuesto los grupos criminales, sino que el alcalde apela al único apoyo con que realmente cuenta: el del gobernador Héctor Astudillo. Pero ni el Ejército ni la Guardia Nacional le han quitado el estigma de la ineficacia. En corrillos políticos se da como un hecho consumado que esa alcaldía emigre a la oposición. Los cinco alcaldes mencionados, no dieron el ancho.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Mientras que el gobernador de Jalisco, el panista Enrique Alfaro, se lanzó contra los «gobernadores lambiscones» que no han dicho nada frente a la reducción de sus presupuestos por parte de la Federación, «lo cual confirma la visión centralista del gobierno de López Obrador»; el gobernador Héctor Astudillo, apela a «seguir manteniendo una buena comunicación con el gobierno federal.» Y sí que es buena: el PRI encabeza la presidencia de la Mesa Directiva en el Congreso de la Unión. Qué tal.
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