Las cosas continúan sin dársele al edil priísta capitalino, Marco Antonio Leyva Mena. Y no tanto porque como responsable de la seguridad pública en el municipio político más importante de la entidad, la violencia y los secuestros contra mujeres se han desbordado hasta alcanzar cifras alarmantes, sino porque como autoridad carece de olfato y operación política exitosa para anticiparse a las crisis que le revientan por todos lados: al interior del ayuntamiento por el incumplimiento de algunas importantes demandas laborales con los trabajadores; hacia el exterior con varios representantes de colonias a quienes tampoco les ha cumplido las promesas hechas en campaña y ya como autoridad. Y al respecto, existen indicios de fincarle en el Congreso local la revocación de mandato.
Finalmente, en el mercado central de Chilpancingo, donde los comerciantes ambulantes se han negado a desalojar algunas vialidades que el edil desea ver libres. Un forcejeo que al final, culminó con el asesinato del líder de comerciantes Juan Moreno Serrano. Y de esto último se desató la polémica.
CUESTIONAMIENTOS SINIESTROS.- El empresario capitalino, Pioquinto Damián Huato, es muy dado a desatar con facilidad, el escándalo. Y esta no fue la excepción. Se lee así:
1.- A raíz del homicidio perpetrado contra el líder de comerciantes del Mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, Juan Moreno Serrano, muchas versiones sobre el crimen comenzaron a fluir en las redes sociales. Y Pioquinto deslizó que en dicha ejecución “habían participado servidores públicos”. Esta versión fue respaldada por el dirigente de la Coparmex, Adrián Alarcón Ríos. Leyva Mena reaccionó y pidió que ambos empresarios acudieran a la Fiscalía General del Estado (FGE), a declarar en torno al asesinato del líder de comerciantes. “Yo creo que lo que dicen los dirigentes empresariales tendrán que hacer sus declaraciones pertinentes… y que si ellos saben, que declaren ante la Fiscalía”.
2.- Curiosamente, esta versión de Pioquinto no contó con el ingrediente de ser asumida en una ruidosa conferencia de prensa, sino casi de manera cautelosa. Y eso levantó también, la polémica. Porque con otros actores del poder, dicho empresario no ha tenido ningún tipo de miramiento para señalarlo con dedo flamígero. Sin embargo, se entiende que en la actual coyuntura, mantiene acuerdos políticos soterrados con el gobernador Héctor Astudillo. Y por esa razón fue más cauto al deslizar esa versión, la cual sin embargo, no evitó el escándalo. El inevitable roce político con el edil Leyva Mena. La certeza de que el empresario y representante de la Canaco, envía mensajes cifrados en el sentido de intentar abrir una negociación política que lo beneficie. O de atizarle al escándalo de serle negada.
3.- Si Pioquinto asume que algunos servidores públicos habrían participado en la ejecución de Moreno Serrano, debe contar con pistas concretas al respecto. Pero su problema es justamente ese: acusa sin presentar pruebas. De ahí la postura hasta cierto punto, virulenta del edil tricolor capitalino, conminándolo a declarar ante la Fiscalía General del Estado.
En este escenario, una cosa es cierta: la muerte de líder de los comerciantes, Juan Moreno Serrano, benefició de rebote al edil capitalino. Porque fue de los actores que ejerció más presión en su contra en los últimos meses.
Básicamente, por el asunto de la reubicación de los vendedores ambulantes y el cambio del estacionamiento en el mercado. Aunado a otras peticiones incumplidas que fueron resumidas en una manta colocada por varios días en una de las entradas principales del mercado. En este sentido, Pioquinto y Adrián, están obligados a declarar lo que saben. O se convertirán en definitiva, en voceros del escándalo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La contradicción en política, suele ser una constante. Resulta que la Fiscalía General del Estado revela que la Interpol, busca para detenerlo, al ex edil priísta de Tlapa, Willy Reyes Ramos, acusado de ser el autor intelectual del crimen contra el finado diputado federal tricolor, Moisés Villanueva de la Luz. ¿No fue acaso el actual Fiscal, Xavier Olea Peláez, quien asumió en su momento, la defensa legal de Willy? ¿Acaso se impuso hoy la razón de Estado, a la razón Jurídica?
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