Por: Federico Sariñana Foto: https://www.facebook.com/2019830338055663/posts/3352429024795781/
“Acapulco exige agua”, señala un spot del diputado local de Movimiento Ciudadano, Arturo López Sugía. Más allá de ser el aparente inicio de una campaña electoral, abre la puerta a un debate: Hasta el momento, el primer gobierno de Morena en la historia de Acapulco ha sido igual de ineficaz que los del PRI, PRD o MC para solucionar la principal demanda ciudadana del puerto: Agua.
La alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo ha contado con una gran ventaja que no tuvieron sus antecesores y que no es menor, por primera vez en 30 años, el gobierno municipal de Acapulco es del mismo partido que el Gobierno Federal.
Pero no solo eso, en el Congreso del Estado, en la Cámara de Diputados y en el Senado, su partido tiene mayoría para respaldar alguna propuesta para solucionar o atender el problema.
El caso que no se ha presentado ninguna.
Ni la reunión que tuvo Román Ocampo y parte de su gabinete con el presidente Andrés Manuel López Obrador en su despacho, ni el polémico viaje a Emiratos Árabes, han generado algún resultado o propuesta.
Por el contrario. Durante los dos años del gobierno municipal, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco (Capama) ha mantenido los problemas, vicios, escándalos y corrupción de las administraciones del PRI, PRD y MC.
Irónicamente, el primer director de Capama, en el primer gobierno morenista de Acapulco, fue un experimentado priista: Mario Pintos Soberanis quien tuvo que dejar el cargo a los pocos meses tras múltiples cuestionamientos y nulos resultados.
A casi dos años, no se sabe sobre la supuesta auditoria aplicada a administraciones pasadas.
Con su sucesor, la historia no solo se repitió, sino que agregó un problema grave que aún no se resuelve. La denuncia presentada por la Comisión Nacional de Agua (Conagua) ante a la Fiscalía General de la República (FGR) por las aguas negras que echaron a la playa Icacos, el pasado 25 de junio.
El funcionario negó que fueran aguas negras. La alcaldesa Román Ocampo lo respaldó… hasta que el tema “reventó” a nivel nacional.
La morenista no tuvo más opción que “renunciar” a todo el cuerpo directivo de Capama para así, contener, el problema.
Su sucesor, José Ramón Aysa Neme repitió la historia: compromiso de una auditoria a fondo y una reestructuración al organismo.
Hoy, a un año de termine el primer gobierno morenista en Acapulco luce difícil que se pueda construir alguna alternativa clara y real para solucionar el principal problema del puerto: la falta de agua.
“Acapulco reclama agua” no solo es una bandera electoral para el diputado Sugía, puede ser la confirmación de que el primer gobierno morenista de la historia en Acapulco, pese a mejores condiciones, no pudo, no supo o no quiso solucionar el principal problema de Acapulco.
Básicamente no hay diferencia con lo que hicieron los gobiernos del PRI, PRD o MC y eso puede ser un gran lastre no solo para Adela Román, sino también para Morena.
Acapulco, a diferencia de otros municipios y del propio estado, tiene acceso a recursos económicos.
Acapulco representa casi una tercera parte del padrón electoral y, así como encumbra, también entierra electoralmente.
Los opositores cuestionarán: Con las mejores condiciones en los últimos 30 años, el primer gobierno morenista en Acapulco no pudo solucionar el principal reclamo de los acapulqueños.
Entonces, ¿por qué un gobierno estatal morenista sería diferente y podría solucionar los principales reclamos que hay en el estado?.
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