El humo del tabaco deteriora varios componentes de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio, lo que convierte a la persona fumadora en un candidato “ideal” a contraer COVID-19, si no aplica acciones de prevención, indicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora el 31 de mayo.
Rafael, de 38 años, joven empresario de Acapulco, fumador convencional, lleva un mes y medio sin probar un cigarro, ya que el hecho de conocer sobre la emergencia sanitaria y las complicaciones de salud que ocasiona, lo motivó a dejar por completo este hábito que poco a poco –expresa– se estaba convirtiendo en una adicción.
Ser padre de dos menores de seis y cuatro años fue también un aliciente para dejar el consumo de tabaco; en un día de compromiso social y jornada laboral, fumaba hasta 10 cigarros.
El médico supervisor de epidemiología de la Oficina de Representación del IMSS en Guerrero, Lino Núñez Márquez, explicó que el tabaco es la causa principal de muchos tipos de cáncer, principalmente el pulmonar, así como de laringe, esófago, estómago y vejiga; también, se le relaciona con el cáncer de mama.
“En aquellas personas que tienen un consumo excesivo de tabaco tienen una afectación pulmonar seria. Empieza a disminuir su capacidad pulmonar y esto tiene trae como consecuencia el enfisema pulmonar y la bronquitis crónica”, explicó.
El especialista indicó que la enfermedad por COVID-19 tiene una afectación pulmonar directa que causa neumonía, reduciendo la capacidad pulmonar, por lo que una persona que consume tabaco “que ya de por sí tiene reducida su capacidad pulmonar, el problema se vuelve mucho más serio”.
Comentó que a nivel nacional, el tabaquismo se ubica como el cuarto factor de riesgo relacionado con la mortalidad por COVID-19, por debajo de la hipertensión, diabetes y obesidad. “Está dentro de los principales factores asociados a las complicaciones y muertes por COVID-19”, reiteró.
Además de las acciones como sana distancia, quedarse en casa y el lavado continuo de manos con agua y jabón y desinfección con alcohol gel al 70 por ciento –al menos 20 veces al día-, invitó a las personas fumadoras a hacer conciencia y a pensar en abandonar en forma definitiva esta adicción.
A través del programa PrevenIMSS, en las Unidades de Medicina Familiar (UMF), un grupo multidisciplinario de especialistas enseñan y motivan a los derechohabientes a retomar hábitos sanos para asegurar una vida digna y saludable, y los exhortan a iniciar su proceso de desintoxicación realizando ejercicio constantemente y alejándose de las sustancias nocivas, como el tabaco.
Una vez que concluya la emergencia sanitaria, Rafael adelanta que acudirá a su UMF, para recibir apoyo médico, mantener su abstinencia al tabaco y retomar una vida saludable. “Quiero cuidarme, veo la gravedad y que por el cigarro y la enfermedad por COVID-19 se dificulta respirar y no quiero estar así”, finalizó.
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