Las tiendas departamentales en Chilpancingo, Guerrero, se mantienen cerradas y resguardadas por policías estatales ante el temor de que estudiantes de Ayotzinapa regresen a cometer saqueos.
"Se llevaron hasta los lentes de más de dos mil pesos", comentó Ana Lilia, empleada de una óptica de una tienda departamental.
Empleados y promotores aguardan dentro de las tiendas, otros fuera de ellas a la espera de que lleguen las autoridades para levantar las denuncias correspondientes.
Tras los saqueos de esta mañana, policías estatales comenzaron los rondines en los centros comerciales.
Incluso, trabajadores de una concesionaria automotriz que está a un costado de la tienda Soriana, apilaron carritos de supermercado en la entrada de sus oficinas.
A este lugar llegaron elementos antimotines de la policía estatal para proteger los inmuebles.
Por su parte, la empresa Waltmart de México y Centroamérica indicó que una vez que fue saqueada la Bodega Aurrera Chilpancingo Sur, dieron instrucciones de cerrar y resguardar el resto de sus tiendas en aquella entidad.
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