José Luis González C.
El tema de la elección interna del Partido de la Revolución Democrática que se llevará a cabo este domingo 7 de septiembre, y sus resultados, son obligados en la agenda política. Cada quien hace sus aproximaciones.
Los ojos de gran parte de la nación y la clase política estatal, están puestos sobre este proceso, cuyos resultados a nuestro modo de ver, son de pronóstico reservado. No hay nada para nadie hasta que llegue la hora de la verdad. La verdad de las urnas.
Los ojos también del árbitro electoral, es decir del Instituto Nacional Electoral, (INE) también yacen sobre la dinámica que están asumiendo los del partido amarillo, a efecto de que se apeguen a lo estipulado en el Derecho Electoral.
Por lo pronto, confirmó que en diez municipios no se llevará a cabo la elección interna del PRD porque no reúnen los 350 afiliados que requieren los estatutos.
Por supuesto que esta deficiencia le afecta a todas las corrientes políticas que buscan la hegemonía dentro de este organismo político, el cual está obligado a dar un ejemplo de democracia a la sociedad para reposicionar al deteriorado régimen de partido, dada su crisis y pérdida de credibilidad.
La Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), estará también a la expectativa, para evitar que haya desvió de recursos públicos para incidir en el proceso de este domingo.
Una jornada electoral, por si sola y por el hecho de que entraña la lucha por el poder, en este caso el micropoder, genera estridencia y a ella se han acostumbrado los militantes del PRD, donde no falta siempre una voz alharaca que exclame: “están comprando conciencias” o “repartiendo dádivas para favorecer la intención del voto”, “vamos a implementar brigadas caza-mapaches”, cuando todas las expresiones políticas practicaron métodos clientelares en sus procesos de antaño y los siguen practicando.
Hay quienes vaticinan que Izquierda Progresista de Guerrero, fuerza política del aguirrismo, logró penetrar a otras fuerzas, experimentó un crecimiento y por lo tanto, habrá de dar la sorpresa y emerger como la primera corriente política al interior del PRD.
Sin embargo, sus adversarios afirman lo contrario, sobre todo el “Grupo Guerrero” que comanda el ex Senador de la República David Jiménez Rumbo, quien asegura que su fuerza política está intacta.
Lo cierto es que en política, luego se impone la espiral del silencio, donde muchos militantes y simpatizantes no expresan su verdadera intención, porque como dijo el poeta Lucrecio: “cambian las aves de voz, según los tiempos y las hay las que en cada estación tienen un nuevo gorjeo”
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