Los trascendidos y los rumores vuelan. Se multiplican por los círculos y grupos políticos en Guerrero. Calan y pegan duro en unos; en otros, son bienvenidos. Porque le abonan a sus inconfesables intereses de poder. Uno destaca de entre todos: la presumible intención del diputado federal y coordinador de la fracción perredista en el Congreso, Armando Ríos Piter, de cabildear en el ámbito legislativo, para promover juicio político contra el gobernador Ángel Aguirre Rivero, a raíz de los violentos sucesos del pasado 12 de diciembre. Y si se mira bien, tendría sentido su actuación en esa vertiente. Pero se necesita ubicar las razones para comprenderlo mejor.

RÍOS PITER: BENEFICIOS POLÍTICOS.- La actuación política de Armando Ríos Piter, en el marco de su muy reciente militancia en el PRD, siempre ha causado polémica. Hay puntos insoslayables al respecto:

1.- Tras abandonar la secretaría de Desarrollo Rural zeferinista, para buscar la competencia electoral por el distrito federal 3 en la pasada elección de julio de 2009, el hoy diputado federal buscó el acercamiento con el ex gobernador priísta Rubén Figueroa Alcocer. Y nunca lo negó. Tras la elección de ese año, fue la única diputación federal que el PRD ganó. Todas las demás regresaron a manos priístas.

2.- Luego del violento deceso del diputado local Armando Chavarría, Ríos Piter se perfiló como el alfil zeferinista que buscaría la candidatura a gobernador por el PRD. Pero se le atravesó Ángel Aguirre. Ni Zeferino ni Ríos pudieron evitar el arribó del ex senador tricolor, como candidato. Y es algo que les dolió demasiado. Dos hechos fueron elocuentes: días antes de la competencia por la diputación federal –el 27 de junio de 2009-, el autonombrado Jaguar abrió públicamente sus aspiraciones por el gobierno estatal: “Yo no me quiero quedar de diputado federal; yo aspiro, aspiro a darles resultados y a trabajar, porque yo quiero ser senador y después...chingue su madre, quiero ser gobernador”. Lo otro tuvo que ver con su desplazamiento de esa candidatura que buscó en 2010: llamó nalgas prontas a los dirigentes locales y nacionales del PRD –entre ellos a su hoy aliado, Marcelo Ebrard- que le ofrecieron la candidatura a gobernador a Ángel Aguirre. Era evidente su irritación.

3.- En su calidad de diputado federal, Ríos Piter le debe lealtad política al ex gobernador Zeferino Torreblanca. Porque fue éste último quien lo convirtió en candidato perredista a la curul federal. Y si la administración de Ángel Aguirre comenzó a esculcarle los bolsillos al ex gobernador perredista, es evidente que Ríos Piter tenga que entrar en su defensa. Cabildeando la entrada de juicio político contra Aguirre en el Congreso de la Unión.

4.- Si Ríos Piter intenta desde su condición de coordinador de los diputados federales perredistas, echarle más gasolina a la lumbre por los lamentables y condenables hechos violentos del pasado 12 de diciembre, en realidad tendría sentido. Porque estaría buscando muy en el fondo, asumir la titularidad de un gobierno interino. Se justifica bajo un argumento: como van las cosas, su acceso a la candidatura a senador perdió fuerza tras el arribo de Andrés Manuel López Obrador, como candidato del PRD a la presidencia. Y el jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard, ya no podrá impulsarlo a esa posición, como sí lo hubiese hecho desde su condición de candidato presidencial de las izquierdas. Si el diputado federal está percibiendo la posibilidad de que se le esfume la candidatura a senador, entonces estaría aprovechando el factor Ayotzinapa para meterle presión al gobernador Aguirre, a fin de rescatarla mediante una negociación política que apacigüe la tormenta. O de plano, romper con él y promover juicio político en su contra en el Congreso federal. Para intentar arribar como gobernador interino. Y esta vez, protegerle en definitiva las espaldas a su antiguo benefactor político: el ex gobernador Carlos Zeferino Torreblanca. Porque en el oscuro y siniestro mundo de la política, todo es posible.

HOJEADAS DE PÁGINAS…El vocero oficial del actual gobierno aguirrista, Arturo Martínez Núñez, fue también asesor del ex gobernador Zeferino Torreblanca. Lo elocuente salta entonces: ¿de dónde sacó tanta información el ex mandatario cuando recientemente vino a defenderse de las acusaciones en su contra? ¿Resulta confiable por el momento de crisis política, que el mandatario estatal lo mantenga en esa estratégica posición? ¿No fue acaso un zeferinista –el general Ramón Miguel Arriola-, quien asumió lacónico: “el gobernador me ordenó limpiar y la carretera está limpia”? Son simples valores entendidos de los códigos del poder.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.