El periodista Cecilio Molina Martell falleció a causa de una complicación en el páncreas provocado por la diabetes, fue velado en una funeraria de Acapulco y sus restos fueron trasladados al panteón Eterno Descanso, la presidenta municipal de Acapulco Verónica Escobar Romo acudió a darle el pésame a su esposa la señora Norma de Molina a quien le ofreció becas para sus pequeños hijos y un lugar en la guardería municipal para el más pequeño.
La alcaldesa dijo que el gremio periodístico está de luto así como los muchos amigos que tenía no solo en este puerto, también en todo el estado.
Su esposa dijo que su muerte fue inesperada que no había manifestado ningún malestar previo, ese día –recuerda- salió como todos los días a trabajar, le avisaron que había sido trasladado al hospital por un fuerte dolor en el estomago, pero los médicos ya nada pudieron hacer en muy pocas horas la pancreatitis y dos infartos acabaron con su vida.Tenía 50 años y desde que era muy jovencito se inicio en el periodismo, como muchos desde abajo, vendía periódicos en un puesto que tenía su mama en las afueras del periódico Trópico y fue ahí donde inició como ayudante de linotipista y nunca se aparto de los medios de comunicación, fue dirigente del sindicato de Redactores de la Prensa en este municipio.
En el panteón Andrés Arias Jurado coordinador del Fondo de Apoyo a los Periodistas recordó en una breve semblanza el trabajo arduo y tenaz de Cecilio refriendo que Guerrero no solo perdía un periodista combativo de linea dura que siempre ejerció su derecho a la libertad de expresión, si no que también perdíamos a un gran amigo, a un compañero que siempre supo tenderle la mano a sus compañeros periodistas.
De igual forma Arias Jurado reconoció el apoyo brindado por autoridades municipales y estatales para que la familia y el gremio periodístico pudiera darle un sepelio digno al compañero Cecilio Molina Martell.
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