En el año de 1991 el entonces gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, inició uno de los eventos que dio la mejor promoción nacional e internacional al puerto de Acapulco en las últimas tres décadas, se mantuvo del 1991 al 2005, cuando llegó al poder el gobernador más soberbio y corrupto en la historia del estado, y como para él todo lo que se había hecho estaba mal, canceló el Acafest y lo cambió por un evento que nunca pudo consolidar con el nombre de Guerrero Brilla, evento que nunca brilló y por el contrario, fue el evento más gris y caro que se recuerde en Guerrero.