El gobernador Ángel Aguirre puso el dedo en uno de los problemas estructurales más determinantes de la evolución social de Guerrero cuando, hace unos días, hizo un somero diagnóstico de la situación de la educación en la entidad.
Por una parte, identificó como un problema serio el de las normales privadas que, en el afán de procurarse los ingresos que les dejan sus jóvenes estudiantes, no sólo les alimentan la esperanza (o el sueño, o la ilusión) de ser maestros algún día, sino que a veces de plano los engañan asegurando que sus cursos cuentan con el reconocimiento oficial, cuando no es así.Hay 473 invitados y ningún miembro en línea