* Las Infecciones Respiratorias Agudas se presentan en todos los grupos de edad, son más frecuentes en niñas y niños de uno a cuatro años de edad
Acapulco, Gro., a 29 de noviembre del 2015.- Cuidar nuestra salud, especialmente durante la temporada de otoño-inverno –épocas más frías del año- es muy importante para evitar las molestas y peligrosas Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), indicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Guerrero.
Estas enfermedades son la primera causa de consulta en Medicina Familiar durante el invierno y ocasionan un alto índice de ausentismo laboral, con las consiguientes afectaciones a la economía y a la vida familiar, informó la jefa de servicios de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero, María de Lourdes Carranza Bernal.
Aunque las Infecciones Respiratorias Agudas se presentan en todos los grupos de edad, son más frecuentes en niñas y niños de uno a cuatro años de edad, comentó la doctora del IMSS Guerrero.
Carranza Bernal explicó que las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) se clasifican en altas y bajas. En las IRA altas o del tracto superior, los microorganismos afectan la nariz, los senos paranasales (debajo de los pómulos), la laringe, la faringe y el oído medio. Algunas de éstas son rinitis, faringitis, amigdalitis, rinofaringitis, sinusitis y otitis.
Mientras que en las IRA´s bajas o del tracto inferior, los gérmenes atacan la tráquea, los pulmones, los bronquios, los bronquiolos y los alvéolos pulmonares. Las más comunes son: laringitis, traqueitis, bronquitis, pulmonía y neumonía.
En su fase inicial, los síntomas de las IRA son: fiebre, ardor de ojos y/o lagrimeo, estornudos y obstrucción nasal, secreción o flujo transparente que drena frecuentemente por las fosas nasales, tos seca, dolores de cabeza, garganta y cuerpo.
Ante la presencia de estas molestias, es indispensable acudir con el médico familiar para que realice el diagnóstico y brinde un tratamiento adecuado. La mayoría de las veces se prescriben analgésicos, antipiréticos (para bajar la fiebre), nebulizaciones y, en caso necesario, antibióticos. Con la medicina y los cuidados necesarios (reposo, tomar agua y alimentación balanceada), los malestares deberán desaparecer entre tres días y una semana.
Si después del tratamiento, no se nota mejoría o se presentan complicaciones como: amígdalas inflamadas con pus, dolor en el pecho y espalda, dificultad para respirar, fiebre elevada, hundimiento de costillas, pérdida del apetito y labios y uñas amoratados se recomienda regresar con su médico familiar o al servicio de Urgencias.
En caso necesario, se realizarán estudios más profundos a fin de descartar padecimientos como: neumonía, rinosinusitis, crisis asmáticas o incluso Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
El factor de riesgo de las IRA son las enfermedades de las vías respiratorias no tratadas o mal cuidadas y la exposición a los cambios bruscos de temperatura. La forma de contagio es el contacto con personas enfermas, que tosen o estornudan frente a otra sin cubrirse la boca o el uso de vasos o cubiertos contaminados con la saliva de un enfermo.
Para prevenir que los niños se contagien, el IMSS recomienda vacunarlos contra la influenza estacional, darles alimentos con alto contenido de vitamina C (la guayaba, la naranja y la toronja, entre otras frutas de temporada). Procurar que tomen muchos líquidos, de preferencia agua natural, abrigarlos adecuadamente, es decir, de acuerdo a la temperatura ambiente.
Evitar exponerlos a cambios bruscos de temperatura, no fumar o consumir productos de tabaco dentro del domicilio o cerca de la familia.
Indicó que a fin de prevenir estos padecimientos entre sus derechohabientes y sus trabajadores, la Institución realiza diversas acciones en sus unidades de medicina familiar y en sus centros de trabajo. Entre éstas destacan: campañas de vacunación, promoción de la salud e impulso de la lactancia al seno materno durante los primeros seis meses de vida.
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