LA ALIMENTACIÓN DEL PACIENTE CON DIABETES DEBE SER VIGILADA POR UN ESPECIALISTA: RECOMIENDA IMSS

Categoría: IMSS
Escrito por Dirección de Com. Soc. IMSS Guerrero

*La recomendación principal es evitar el consumo de grasas y azúcares

Lograr un estilo saludable de vida en ocasiones es complicado para cualquier persona con sobrepeso u obesidad, mientras que para una paciente con diabetes mellitus la responsabilidad de una buena alimentación se incrementa, pues se debe tener un puntual control de su salud, indicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La alimentación de una persona con esta enfermedad crónico degenerativa es estricta y exige alimentación libre de calorías (azúcares), sin carbohidratos y grasas, debido a que su consumo deteriora el estado de salud de los pacientes con diabetes mellitus.

La médica familiar Alicia Sandoval González insistió en que la recomendación principal es evitar el consumo de grasas, sal, alcohol, dulces y alimentos con azúcar y prestar atención a las comidas que estén recomendadas por el personal de Nutrición de la unidad de su adscripción.

Para un buen control de la diabetes, explicó, se deben ingerir cinco tiempos de comida durante el día, para que la glucosa se mantenga dentro de los límites normales y de esta forma se evite la presencia de hiperglucemia e hipoglucemia. “una dieta fraccionada es la forma más simple y efectiva de controlar al paciente diabético, tanto en peso, como sus triglicéridos y colesterol”.

Una descompensación de glucosa es cuando el nivel es superior a los límites normales, por arriba de 110 miligramos por decilitro, motivo por lo que es de suma importancia llevar una dieta adecuada.

Expuso que la persona con la enfermedad, necesariamente tiene que ver a un especialista y no afectar su estado de salud con el consumo inadecuado de alimentos.

La doctora Sandoval González destacó que en los módulos de atención especializada en diabetes, conocido como DiabetIMSS, se ofrece una atención interdisciplinaria, donde nutriólogo, enfermera, médico familiar, psicólogo y trabajadora social desarrollan acciones para lograr una vida saludable en el paciente con la enfermedad.