Averígüelo Vargas.

Categoría: Editoriales
Escrito por Enrique Vargas Orozco

Arranca el “puente” del 20 de noviembre y se espera a más de 165 mil turistas.

Una buena idea fue facilitar los “puentes” o fines de semana largos, porque permite el desplazamiento de visitantes a los sitios turísticos, para que aporten las necesarias derramas económicas que ayudan a mejorar la economía de estados con sitios turísticos, como en el caso de Guerrero, que necesita la llegada del mayor número de visitantes, porque son la base de la economía local.

En este mes de noviembre, ya son dos los “puentes” que se registran, por los “días de muertos” y el nuevo en la fecha conmemorativa del inicio de la Revolución Mexicana, lo que ayuda a mejorar el ingreso monetario de los lugares que reciben a los visitantes, que en este

caso son básicamente tres, Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco y algunas poblaciones vecinas, como ocurre con algunos de los puntos intermedios en la Costa grande que tiene un buen registro de sitios atractivos para los visitantes, lo mismo que en la Costa Chica, con lugares como Marquelia y San Marcos, que ofrecen sitios menos conocidos, con buenas playas y excelente comida marina, a muy buenos precios.

Es lo que necesita el estado, buenas oleadas de visitantes que vengan a dejar un poco de dinero que siempre hace falta en la entidad para atender los problemas que parecen interminables.

NECESARIOS 1,100 MDP PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE ESCUELAS: SEG.

Las comparecencias de los secretarios de despacho del gobernador Héctor Astudillo arrojan buenos datos sobre los temas que abordan como en el caso de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), que es la dependencia estatal que absorbe buena parte del presupuesto anual, para pagar los sueldos de más de 72 mil maestros y trabajadores, además de apoyar las labores en cerca de 12 mil escuelas de todos los niveles, que son las que

dependen directamente de esa secretaría que encabeza José Luis González de la Vega Otero.

Uno de los señalamientos que hizo el funcionario ante los diputados locales fue que se requieren 1,100 (un mil cien), millones de pesos para reconstruir y reparar las escuelas que resultaron dañadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre, muchas de las cuales ya están en proceso de demolición, aunque hasta ahora no se han recibido los fondos necesarios de parte del Fonden federal.

Mostró De la Vega lo que parece ser el gran presupuesto para la educación en el estado, que alcanza la cifra de 23 mil millones de pesos, de los cuales el 86 por ciento se cubre con recursos federales y del total disponible, el 90 por ciento va directamente al pago de salarios de todos los integrantes de la SEG, de modo que sólo le queda el 10 por ciento para las inversiones que se requieren en el año.

Realmente se trata de la dependencia de mayor tamaño, pues cuenta con esos 72 mil docentes que trabajan en 12 mil escuelas, además de que ya son 19 mil los jubilados, además de que tiene 19

organismos sectorizados como el Colegio de Bachilleres y otros del mismo tipo.

Sin embargo, la labor principal que ha cumplido la SEG de González de la Vega, explicó el funcionario, ha sido la recuperación de la gobernabilidad en ese sector que estaba muy afectado con marchas y plantones muy frecuentes, que recurrieron en muchos casos a la violencia y la destrucción, lo que en la actualidad se ha logrado controlar casi en su totalidad.

Se trata de un sector muy numeroso, el mayor del estado, con situaciones complejas que provocaron un principio de rebeldía por la aplicación de la Reforma Educativa, pero se manejó de tal manera que ahora Guerrero es uno de los estados con mayor avance en esa modalidad de la educación nacional.

En la educación a diferencia de otros sectores, como el de la seguridad, se han logrado avances considerables que deben reconocerse.

¿DEBEN APLICARSE MULTAS POR BASUREROS, CUANDO NO HAY CONDICIONES DE RESOLVER LOS PROBLEMAS?

No hay duda que el problema de la disposición final de la basura que se produce en las ciudades es uno de los mayores que enfrentan los gobiernos municipales y estatales, lo que hace indispensable la buena intervención de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, que encabeza Karen Castrejón Trujillo, quien en su comparecencia en el Congreso señaló, entre otras cosas, que el municipio de Chilpancingo ha acumulado multas por más de un millón de pesos, porque no le ha dado un buen tratamiento a los residuos que surgen en la capital del estado.

Está bien, hay que sancionar a quienes no cumplen adecuadamente con ese servicio que es básico para la salud de los habitantes, pero eso debería hacerse no sólo con a aplicación fría y alejada de la realidad y de las condiciones que enfrentan los gobiernos locales.

En el caso de Chilpancingo, para tomar este asunto que más llamó la atención, la secretaria KCT debería analizar las condiciones en que se dan los incumplimientos y los agentes que provocan una situación irregular.

Debería revisar porqué se dio esa mala situación, que surgió por la mala actitud del muy deficiente alcalde de Tixtla, Hussein Nabor Guillen, quien bloqueó y mantiene el bloqueo del Centro de Reciclaje de Matlalapa, que fue preparado con todas les especificaciones necesarias y que seguramente fue aprobado por la propia Karen Castrejón o su antecesor, lo que ella debe conocer perfectamente.

Entonces, porqué castigar sólo a Chilpancingo, que fue puesto en situación de crisis por ese torpe y cerrado edil tixtleco, actitud que mantiene hasta ahora.

En ese caso la sanción principal debió imponérsela al tixtleco e insistir en que facilite la apertura de ese centro que fue preparado exprofeso y con al acuerdo del cabildo de ese municipio, logrado y firmado en su momento, además de insistir para que Chilpancingo busque salidas alternativas, con las que podría ayudarle el gobierno del estado, a través de esta dependencia castigadora, pero que no colabora ni trata de aportar soluciones a los problemas de los guerrerenses, independientemente del municipio de que se trate.

Ante la pobre comparecencia de Karen Castrejón, hubo una conclusiones no escrita, en el sentido de que si se le diera una calificación por su desempeño, seguramente resultaría reprobada.