La editorial de Marcial Campuzano

Categoría: Editoriales
Escrito por Marcial Campuzano

A 4 años de la devastación que ocasionaron el huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel” en Guerrero, no han sido atendidos los daños a las viviendas ni las reubicaciones de pueblos completos de la Sierra de Chilpancingo, a pesar de que la Secretaría de Gobernación calificó los asentamientos humanos como zonas de alto riesgo.

Además, ante el temor del desplome de escuelas, unos 7 mil estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y telebachillerato reciben clases a la intemperie y bajo los árboles soportando las inclemencias del clima.

El dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, sostuvo que son falsas las declaraciones que hizo la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Rosario Robles, en el sentido de que el gobierno federal cumplió al cien por ciento con los damnificados de la sierra de Chilpancingo.

Lo peor del caso es que en Guerrero por ser una zona vulnerable a eventos climáticos y movimientos telúricos, año con año aumentan los damnificados sin recibir atención, por lo que los sierreños anunciaron que se movilizarán en la capital del estado para exigir que sean atendidos pero con hechos y no sólo con compromisos verbales como ha venido ocurriendo.

Acompañado del comisariado ejidal de la localidad de San Vicente, el líder de la APPG dijo que es lamentable que los tres órdenes de gobierno califiquen a los damnificados de la Sierra de Chilpancingo como guerrerenses de segunda o de tercera, porque a diferencia de los que resultaron afectados por el huracán “Max” y los sismos de septiembre que recibieron ayuda inmediata, “para esta parte de Guerrero no llegó el apoyo oficial”.

También es lamentable que los tres órdenes de gobierno califiquen como estudiantes de segunda o de tercera a los niños de la Sierra de Chilpancingo, porque sus escuelas no han sido rehabilitadas de las afectaciones que les ocasionaron las lluvias hace 4 años, mientras que los estudiantes de otros municipios cuyas escuelas fueron afectadas por el sismo del 19 de septiembre, los planteles ya son objeto de reparaciones y otros son demolidos para hacer nuevos edificios.

Chávez Adame señaló que a 4 años de las tormentas “Ingrid” y “Manuel” las autoridades se deshicieron de los compromisos que pactaron con los damnificados de las comunidades de San Vicente, Chautipan, El Fresno, Las Joyitas, Huacalapa, Coapango y Azinyahualco.

Denunció que en Guerrero “no se han aplicado los fondos económicos millonarios que la titular de la SEDATU Rosario Robles aseguró que así fue, al afirmar que en Guerrero la cobertura de los apoyos ya quedó al cien por ciento con la reconstrucción y rehabilitación de casas afectadas por las tormentas”.

“Esto significa que la funcionaria federal mintió, pero ésta es una mentira que viene desde el presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, por lo que le hacemos el llamado urgente a los tres órdenes de gobierno, porque de lo contrario los habitantes de la Sierra se manifestarán en Chilpancingo”, advirtió.

Mientras el gobierno federal ya integró un gran fondo económico para atender a los damnificados del huracán “Max” y del sismo del 19 de septiembre, los pueblos de la Sierra de Chilpancingo no han sido atendidos”, insistió.

Los 7 pueblos de la Sierra de Chilpancingo afectados por las tormentas hace 4 años, no han recibido apoyos para la reconstrucción de las viviendas afectadas, considerando que los dos fenómenos hidrometeorológicos dejaron alrededor de 3 mil 500 damnificados.

Nicolás Chávez informó que el gobierno sólo se limitó a trazar los lotes de predios donados por la misma comunidad para la reubicación de localidades, pero que jamás se concretó la construcción de casas y todo quedó en un engaño gubernamental.

En el caso de las escuelas hubo la promesa de la Secretaría de Educación de dotar a las comunidades de aulas móviles que tampoco llegaron a los pueblos.