La contingencia hídrica y social del pasado 13,14 y 15 de septiembre, no sólo ha dejado daños a la infraestructura social y de gobierno, a poblaciones que no han recibido absolutamente nada, ni promesas siquiera. También ha provocado que grupos sociales, empiecen a organizarse por sí y para sí, para reclamarle a un gobierno federal, estatal y municipal, quienes no quieren olas, ni acciones que pongan en duda su condición de poder, ni control.
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