UNEN ESFUERZOS IEEJAG Y DIF MUNICIPAL PARA BRINDAR MÁS APOYOS A LOS GRUPOS VULNERABLES EN ACAPULCO.

Categoría: DIF - Acapulco
Escrito por Andrés Arias Jurado

Acapulco, Gro. - En un esfuerzo conjunto entre el Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG) y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, logran multiplicar los beneficios que de forma gratuita se otorgan día a día a los habitantes de este importante núcleo poblacional del puerto.

Este lugar fue creado hace 41 años, en un día de Febrero pero del año de 1975, en ese entonces fue la Secretaría del Patrimonio Nacional (SPN) en su Plan Acapulco, los que acordaron ponerle el nombre, denominándolo “Centro para el Desarrollo de la Comunidad Agustina Ramírez” poco tiempo después este fue absorbido por el sistema del DIF municipal y posteriormente le compartirían espacios al Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) al integrarse dentro de las mismas instalaciones una Plaza Comunitaria, la que de igual forma llevaría el nombre de una heroína mexicana, de la que más adelante les contaremos de quien se trata. 

Ambos centros se encuentran situados en la calle Constitución 85 de la colonia La Mira, en los terrenos que le pertenecían al “kínder del PRI” a la que posteriormente se le cambiaría el nombre por el de preescolar Manuel Cervantes Imaz. 

El TRABAJO en EQUIPO

Dependiente ahora del IEEJAG misma que preside el licenciado Jorge Salgado Parra, la “Plaza Comunitaria Agustina Ramírez” cuenta con varios espacios, un aula de medios con capacidad para 10 equipos de cómputo y el de un asistente; en tanto que bajo la supervisión de la C.P. Gloria Oneida Bracho Ayala,  13 asesores trabajan de manera personalizada en la sala audiovisual o en la sala presencial, en donde se imparten clases a jóvenes y adultos, en un sistema abierto de alfabetización en los niveles de primaria y secundaria, en los que se da la vertiente 10 - 14 para niños y jóvenes de esas edades.

Ahí mismo, otorgan asesoría de los programas federales de apoyo a grupos vulnerables como el de Prospera (antes Oportunidades), el de empleo temporal y el de Guerrero sin hambre, destacando entre otros, el “Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo” (mevyt virtual) ya que se imparten cursos en línea que ayudan a las personas a obtener trabajo o la valiosa información vía internet de los diferentes aspectos de la vida.

Sin embargo, este entusiasta grupo no se queda ahí, ya que durante todo el año imparten diferentes talleres, como el de elaboración de alimentos nutritivos o el de ricos y variados postres, mismos que les permiten obtener ingresos adicionales y lo más importante, los vuelve independientes. 

Al respecto, la promotora encargada de la plaza comunitaria refirió que recientemente unos capacitadores de la PROFECO les impartieron un curso para la elaboración de jabón líquido para manos y de champú para uso diario, todo el proceso completo que además de permitirles ahorrar dinero, también les ayudará a generarse entradas económicas extras a su hogar.  

Un puente que vincula

Pero sin duda lo más interesante de este lugar es que entre las dos dependencias (IEEJAG y DIF) han logrado establecer un puente que vincula a ambas dependencias redundando en más beneficios para la población más vulnerable de la colonia La Mira.

Al conjuntar esfuerzos entre la Plaza Comunitaria con la coordinadora del CDC, la señora Blanca Maura Gómez Rojas, se ha logrado que a través de la generosidad de la presidenta DIF municipal, la señora Perla Edith Martínez de Velázquez, el otorgamiento de diversos apoyos a personas discapacitadas y de la tercera edad, o por ejemplo también, el establecer correctamente el noble programa “Apadrina a un niño”.

En el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) se proveen gratuitamente clases de cultura de belleza, de tejido, manualidades, electricidad, corte y confección, integrando inclusive un grupo numeroso de personas de la tercera edad, lo que es muy plausible.

Aquí también se contribuye al medio ambiente, recolectando todo el “pet” que les sea posible para su reciclado, asimismo reúnen ropa, zapatos y algunos juguetes, enseres que finalmente les sirven para ayudar a quienes más lo necesitan.

De igual manera también se organizan para festejar algunas fechas importantes del calendario como lo es el día del niño, el día de las madres o las fiestas patrias, contribuyendo de manera loable al mejoramiento del tejido social, al concientizar a los jóvenes y a las personas mayores respecto de la realidad que se vive en nuestro entorno, lo que es sumamente meritorio… ¡Enhorabuena!!!!

Breve semblanza de Agustina Ramírez

 “Ella nació en el año de 1813 en un pueblito de Sinaloa llamado Villa de Mocorito y moriría en la miseria, convencida de que los indios seguirían viviendo en la pobreza y que como ella igual pasarían desapercibidos en la vida, y todo por tantas guerras”.

Agustina Ramírez fue reconocida en la historia como una mujer que lo dio todo por su patria, porque nació en la guerra, vivió en la guerra, enviudó por la guerra y en un acto de heroísmo y valentía entregó a sus 12 hijos varones a la guerra.

Relato de un hecho insólito de la grandeza humanística de una valiente mujer. 

Agustina Ramírez, como    muchos    indios   baja de la   serranía –recientemente había enviudado de Severiano Rodríguez, soldado republicano liberal-, y se presenta al cuartel donde comanda el coronel Miranda y Castro, la llevan con él y este es el diálogo:

“_Te traigo a mis hijos, pelearán por la Patria, y yo cuidaré a los heridos y enterraré a los muertos. No tengo otros bienes, acéptalos”. El militar desconcertado por las palabras de esta madre india, no sabe qué contestarle. La mira en silencio un rato y luego le pregunta:

“_ ¿A todos me los entregas?, ella le responde.

“_ A todos menos al pequeño. Y va llamando a los doce hijos por sus nombres: 

Librado, el mayor, Francisco, José María, Manuel, Victorio, Antonio, Juan José, Juan Bautista, Jesús, Francisco Lorenzo, Apolonio y Segundo... No tengo más...”. 

En la boca de la madre, sus nombres no suenan a la lista de escuela, ni a citas de actos públicos. 

Pero con el orgullo y la emoción aún entre sus labios, guarda silencio y espera. El coronel estrecha las manos de los varones y a la madre le pregunta:

“_ Y ¿tu marido, mujer? Cayó el 3 de mayo de 1859, en la Loma de Mazatlán, cuando la última victoria de los liberales sobre los conservadores... Te entrego doce hijos de un héroe republicano”.

“_ ¿Cómo se llamaba tu marido? Severiano Rodríguez, le responde”.

“_ Sí, sí, claro... Y tú, ¿cómo te llamas?, inquiere el militar. 

Agustina Ramírez viuda de Rodríguez, responde ésta.

“_ Yo no puedo dejarte sola –remarca el coronel-; has empezado a envejecer y eres viuda”. ¿De qué vives?

“_ De lo que vive el pueblo, de nuestro trabajo. Acepta a mis hijos que están animosos como su padre”.

“_ La Patria te lo pagará, Agustina” finalizó el Coronel”.